Se trata de la adaptación de un local comercial, con una sola entrada desde una de las calles más transitadas de la ciudad, para uso de heladería y cafetería.
La idea de partida era conseguir un espacio que integrara el punto de venta de la heladería y la zona de la cafetería, creando un espacio continuo a través del material que se fuese matizando para definir cada una de las zonas.
La luminosidad del local nos resalta los materiales utilizados, la madera de roble y el mármol, que se unen para crear un espacio que transmite tradición y artesanía, con un diseño muy actual.