El proyecto consiste en la reforma de una planta en el edificio Campo Grande para albergar una unidad de salud mental comunitaria. El espacio se organiza con una sala de espera central, iluminada por 2 ventanas al fondo y todos los despachos dando a este espacio común. Para los revestimientos y carpinterías interiores, se han utilizado tonalidades que ya existen en el edificio, pero creando un ambiente renovado y una atmósfera que transmita tranquilidad al usuario.