La zona de laboratorios era una parte del colegio, situada en semisótano, que no se había reformado. Eran espacios con mesas corridas en graderío, que no eran cómodas para la manera actual de impartir estas materias.
El proyecto redistribuye todo el espacio, creando salas muy transparente y funcionales, renovando todo el mobiliario y las instalaciones.
La zona del antiguo gimnasio se convirtió en un espacio multiusos, conectado directamente con el patio deportivo.